“En noviembre de 1989 [1], aparece por primera vez en las playas de Cádiz el cadáver de un hombre ahogado intentando cruzar el Estrecho en patera. Es el año de la caída del muro de Berlín. Para los zapatistas, el año del inicio de la IV Guerra Mundial. Los analistas coinciden en señalar que esta muerte es el resultado de la primera Ley de Extranjería del Estado Español, promulgada en 1985, un año antes de la entrada del Estado Español en la Unión Europea, como parte de la política de convergencia.

Hasta entonces, los marroquíes y africanos en general podían venir y volver del Estado Español al Norte de Marruecos con relativa facilidad, sin muchos más problemas que los económicos de tomar el ferry de ida y vuelta desde Tánger, Ceuta, Alhucemas, Nador o Melilla, a Algeciras, Tarifa, Málaga o Almería. A partir del establecimiento de leyes que limitaban el acceso de los norteafricanos al Estado Español, y del crecimiento de las diferencias económicas entre Europa y África, comienza a emerger el fenómeno de la inmigración clandestina. El paso clandestino en pateras - frágiles embarcaciones de pescadores - a las costas andaluzas desde la zona de Tánger, y posteriormente, a las Islas Canarias desde el suroeste de Marruecos y el Sáhara Occidental, se convierte en una de las manifestaciones más dramáticas de la inmigración a Europa. Los migrantes que llegan en pateras -entre un 5 y un 10% del total de nuevos inmigrantes en el Estado Español-, son los más pobres. La gran mayoría llega en avión.” (Pérez de Lama, 2006, p. 123)

“Los primero atisbos de esa incipiente política se dejaban ver en las relaciones entre España y Marruecos por aquel entonces. Y es que el acuerdo de buena vecindad de los dos países del año 1992 había marcado el camino para convertir el Estrecho que acababa de atravesar en un cementerio. Durante siglos, esos 14 kilómetros de mar fueron un puente entre Europa y África, pero en menos de treinta años se convertirían, por el efecto perverso de las políticas de control migratorio, en una gran fosa común.” 2

“Las cifras anuales de migrantes que llegan en pateras al Estado Español aumentan a lo largo de toda la década 1990-2000. Diversas organizaciones sociales -Asociación de Familiares y Víctimas de la Inmigración Clandestina, Marruecos- estiman en varios miles el número de muertos desde 1989 hasta 2005. La situación ha llevado a que se hable habitualmente de genocidio y del Estrecho como fosa común.” (Pérez de Lama, 2006, p. 123)

“Entendemos el Estrecho de Gibraltar como un territorio-espejo de las transformaciones del mundo contemporáneo: globalización, migraciones, fronteras, ciudadanía, sociedad-red, comunicación, tecnologías (...). La frontera es un lugar atravesado, un territorio de vida extenso y de confines móviles donde múltiples prácticas sociales ponen en tensión las delimitaciones establecidas.”(Monsell Prado & De Soto Suárez, 2006, p. 83)

“Hoy en día, [el Estrecho] cumple una cualificada función estratégica al establecerse como barrera, física y mental, en el reparto de legalidades e ilegalidades, a modo de línea de pliegue que escinde en dos partes nuestro mundo.” [3] (Monsell Prado & De Soto Suárez, 2006, p. 83)

“El Estrecho de Gibraltar es un territorio-laboratorio del mundo contemporáneo. Múltiples procesos conviven en una combinación que designa las migraciones y el trabajo como palabras clave de la lectura de las transformaciones en curso. Este enclave, puerta de entrada natural de África en Europa, subraya un abismo, una paradoja del ordenamiento geo-económico global. Mínima distancia geográfica, máxima distancia de niveles riqueza y de posibilidades de vida.

Asistimos a un experimento en relación a la gestión de los movimientos migratorios, y a la emergencia de un campo de batalla subterráneo planteado por la propia autonomía de las migraciones.”(Monsell Prado & De Soto Suárez, 2006, p. 84)

“Por un lado, la intensificación de los sistemas de control (SIVE, inversiones en desarrollo tecnológico para la vigilancia, militarización, coordinación supranacional), la externalización de las fronteras hacia terceros países (nuevo rol estratégico de los países de tránsito, nuevas inversiones para su buena gestión, construcción de centros de detención para inmigrantes más allá de Schengen); y el desarrollo de la economía de frontera, es decir, el devenir productivo del espacio fronterizo.” (Monsell Prado & De Soto Suárez, 2006, p. 84)

“[En El Ejido] En menos de treinta años nos enriquecimos y creamos todo un monstruo productivo bajo plástico que exportaba frutas y hortalizas al norte. Nos convertíamos en un eficaz controlador de la línea fronteriza, utilizando a nuestra merced a inmigrantes sin papeles, diseñando un sistema de segregación espacial que algunas hemos bautizado como apartheid económico.” (Maleno, 2006, p. 101)

“ [Marruecos] Es un ejemplo de la división internacional del trabajo y de la internacionalización de la producción. El objetivo es abaratar costes deslocalizando la producción y abaratando la mano de obra. Con el coste social de un obrero en el Estado Español se emplean entre ocho y diez personas en Marruecos. Se construye como país con economía de ensamblaje. Marruecos exporta casi toda su producción de prendas de confección y género de punto (...) y los principales mercados de exportación son la UE, EEUU y Canadá. Europa ha bajado sus precios de compra casi un 40% en los últimos tres años.” [4] (Maleno, 2006, p. 104)

“Aunque los medios de comunicación del Estado Español dan la sensación de llegada continua y casi de invasión del África negra, en 2003 calculamos que pudieron pasar por territorio marroquí entre quince y veinte mil inmigrantes subsaharianos, y no todos alcanzaron el territorio europeo. [...] Otra construcción de los mass-media es el problema de las mafias que trafican con inmigrantes. (...) No puede utilizarse la palabra mafia como la entendemos tradicionalmente, sobre todo para los pateristas marroquíes. Se dan, sobre todo dentro de Marruecos, y en torno a la inmigración francófona (antiguas colonias francesas), lo que preferimos llamar redes funcionales. Es decir, redes que comercian con las necesidades del inmigrante en su situación de clandestinidad, pero que no trafican con personas. No es lo mismo con la inmigración anglófona (países descolonizados por Gran Bretaña), sobre todo la procedente de Nigeria, donde sí podemos hablar de redes de tráfico de personas, con estructuras establecidas en todos los países de tránsito de los inmigrantes, incluso en Europa.” (Maleno, 2006, p. 105)

“...en los últimos años, observamos una serie de fenómenos que nombramos como economía de frontera. Todo un devenir productivo del espacio fronterizo. Un gran negocio se cierne sobre el aprovechamiento estratégico de los países de tránsito y la intensificación de los sistemas de control. [...] Grandes cantidades de dinero en forma de subvenciones y cooperación al desarrollo oscilan entre la construcción de centros de internamiento y permanencia para inmigrantes, campañas de sensibilización, construcción de infraestructuras y el apoyo y/o captación de ongs del sector.” (Toret & Sguiglia, 2006, p. 109)

“La política de contratación en origen profundiza los problemas de los y las trabajadoras, ya que ignora a las y los inmigrantes que ya están aquí y deja aún más desprotegidos a los contingentes que llegan por cortos periodos de tiempo. Nos referimos a esto como gestión productiva (management) de la movilidad migrante.” [5] (Toret & Sguiglia, 2006, p. 109)

“El SIVE es uno de los cuatro sistemas que la Defensa Nacional tiene establecidos en la zona del Estrecho. Los otros tres son: · El Sistema Santiago de Captación de Señales Electromagnéticas del Estado Mayor de la Defensa, que aporta información estratégica. · El Centro Zonal de Coordinación y Salvamento de Tarifa, que identifica a los buques que atraviesan el Estrecho. · El Centro de Operaciones del Mando de Artillería de Costa del Ejército de Tierra, que realiza el control militar de superficie y, por tanto, contribuye al aumento de la vigilancia en la zona.” (DeSoto, 2006, p. 115)

“Las siglas SIVE corresponden al Sistema Integrado de Vigilancia Exterior. Es utilizado en España con el fin de tener un mayor control sobre la Frontera Sur del país, controlando la inmigración ilegal y el narcotráfico. El sistema SIVE emplea una serie de tecnologías que aportan información en tiempo real a un centro de control situado en Algeciras, que moviliza los recursos necesarios para actuar en concordancia con las necesidades de cada situación. Los componentes de análisis de la información incluyen: una red de sensores de radar, sistemas optrónicos, incluyendo cámaras térmicas y de rayos infrarrojos para una vigilancia continua, tanto de día como de noche, y también sensores acústicos. Todos ellos están desplegados en tierra, embarcaciones, aeronaves y satélites. La información procedente de los sensores se utiliza tanto para misiones de inteligencia como para planificar las actividades de interceptación y aprehensión de las fuerzas de seguridad.” (Guardia Civil, citada por DeSoto 2006, p. 115)

“… podríamos definir al SIVE como cíborg extendido en el territorio: con sus diferentes partes y subsistemas, su interacción humano-maquínica, su capacidad de crecimiento, su cerebro deslocalizado (un enlace de videoconferencia con Madrid para tomar decisiones), sus ojos sobre el territorio, su capacidad de respuesta a estímulos, sus diferentes capacidades con mar en calma o agitado…

El SIVE como cíborg territorial alcanza su paradoxia con su implementación en las Canarias. En estas islas volcánicas, distantes 80 km de las costas del Sáhara Occidental, el sistema ha tomado la forma de Unidades Móviles de Vigilancia (UMV). Se trata de camiones equipados con el mismo hardware que las torres fijas: equipo de comunicaciones a bordo, un radar telescópico y el sensor optrónico retráctil. La respuesta a este sistema es asimétrica: el recurso más valioso para los y las migrantes es la comunicación a través los teléfonos móviles y sus baterías, que además de para localizar a sus contactos, conocidos o familiares cuando alcanzan Europa, han servido también en ocasiones para localizar por triangulación a una patera a la deriva perdida en el océano.” [6] (DeSoto, 2006, p. 121)

“Impugnar la atribución de esta etiqueta no supone solamente reaccionar frente a la miríada de prejuicios, a veces microscópicos, que la rodean, sino también cuestionar los mecanismos legales responsables de la producción de la figura del migrante «ilegal».” (Mezzadra & Neilson, 2013, Pg 170)

“Como es bien conocido, a lo largo de la década 1990-2000, el modelo económico global del neoliberalismo ha incrementado las diferencias entre países ricos y pobres, siendo la frontera entre el Estado Español y Marruecos, uno de los espacios con mayores diferenciales de renta del planeta. Hacia el sur, con los países del África centro-occidental asolados, en gran parte, por guerras crónicas, emergencias alimentarias o plagas como la de langosta que asoló Níger, Malí, Burkina Fasso y Mauritania en 2004, las diferencias se hacen aún más grandes. Simultáneamente, los medios de comunicación contemporáneos crean una nueva forma de proximidad y presencia paradójica. Es fácil entender que una multitud de jóvenes de estas regiones del planeta decidan luchar por hacerse otra vida, por tener otras oportunidades.

A lo largo de la década 1990-2000, las leyes y reglamentos que regulan la inmigración en España han ido haciendo más duras las condiciones para inmigrar para los más pobres, y en particular para los africanos. Tras la firma en 1991 del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación, el Reino de Marruecos y el Estado Español firman el mismo año el Acuerdo Bilateral Relativo a la Circulación de Personas, el Tránsito y la Readmisión de Extranjeros Entrados Ilegalmente. Este acuerdo permite a España devolver a Marruecos tanto a los ciudadanos marroquíes entrados ilegalmente en su territorio, como a los de terceros países, cuando haya constancia de que han entrado vía Marruecos.” (Pérez de Lama, 2006, p. 124)

“En el año 2000, en conexión con la entrada en vigor del Tratado de Schengen (1999), el Partido Popular (PP), el partido conservador en el gobierno, aprueba dos nuevas Leyes de Extranjería en el Estado Español [...]. En 2001, el gobierno anuncia el proyecto del SIVE (Sistema Integrado de Vigilancia Exterior), un dispositivo electrónico territorial, para, según sus declaraciones, blindar electrónicamente la frontera con Marruecos, construyendo el mito de la Europa Fortaleza. En el período 2002-2004, se emplean 103 millones de euros de recursos europeos para la puesta en funcionamiento del SIVE, que se inicia con instalaciones en la provincia de Cádiz, y a continuación, en la isla de Fuerteventura.” (Pérez de Lama, 2006, p. 124)

“En 2003 (Ley Orgánica 14/2003, de 20 de noviembre) el PP aprobó una nueva Ley de Extranjería, con mayores restricciones que la anterior.” 7

“Desde 2003, ha aumentado significativamente el número de niños que cruzan el Estrecho en pateras. El Acuerdo Bilateral de 1992 no permite la repatriación de niños si no existe la garantía de que lo hacen con su familia. La creciente posibilidad de repatriación de los adultos marroquíes hace que sea cada vez mayor el número de niños que las familias envían a Europa. En 2004, el gobierno del partido conservador aprobó una ley para la deportación de los menores, que fue, no obstante, suspendida por vía judicial, tras las protestas de los movimientos y de ciertos sectores sociales.

Durante el presente año 2005, cundió una cierta alarma social por el saturamiento de los centros de acogida para niños de las Comunidades Autónomas en todo el Estado.” (Pérez de Lama, 2006, p. 125)

“En 2004, tras los sucesivos asaltos a la valla, el Gobierno español anunció una inversión de 1,75 millones de euros para subirla de 3 a 6 m de altura, y para la instalación de dispositivos electrónicos (audio/vídeo) de control y visión nocturna, además del aumento de la dotación de personal de la Guardia Civil. La valla constaba entonces de dos alambradas paralelas, con un camino intermedio practicable por los vehículos de la Guardia Civil. En 2004 y 2005 se multiplican las denuncias acerca de las violaciones de derechos humanos y deportaciones a Argelia desde los campamentos de Ceuta -Pateras de la Vida, Colectivo Al Jaima y otros-” (Pérez de Lama, 2006, p. 126)

“Recuerdo que pensé, mirando hacia Tarifa, que no eran normales tantas desapariciones en un espacio tan pequeño, que para qué servía el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) de la Guardia Civil y todos los sistemas de control migratorio si no se utilizaban para salvar vidas.” (Maleno, 2020, p.131)

“Al fin logro entender todos los relatos que me han contado de violencia ante situaciones de extranjería. Porque realmente, son compendios legales que justifican el secuestro de derechos, como cuando los náufragos llegan al Estado español y no se les trata como si fuesen víctimas de una tragedia, sino que se les aplican protocolos de control relacionados con su entrada irregular en el país.” (Maleno, 2020, p.138)

“Lo que había pasado en el Tarajal era una vergüenza, pero los medios nos llamaban dudando de los testimonios de las víctimas y supervivientes. Lo peor es que ni siquiera nos extrañaba: el relato oficial siempre se ha impuesto cuando se habla de vulneraciones de derechos humanos en la frontera. Aquel año 2014 el discurso del control fronterizo por encima del derecho a la vida ya se había convertido en hegemónico en la sociedad española y europea.” [8] (Maleno, 2020, p.143)

“Tengo la firme convicción de que tanto las muertes, la violencia y la persecución de defensores de los derechos humanos es sistemático, planificado y necesario para la Unión Europea, tal y como se está construyendo. [...] No ha sido agradable explicar a los parlamentarios que Frontex ha participado en el dossier que me criminaliza. Este organismos califica los procesos migratorios en su reglamento como un riesgo para la seguridad del continente, lo que ha abierto la puerta a un enfoque netamente militar que permite la persecución de las personas simplemente por el hecho de migrar. El investigador Mark Akkerman, en un informe de 2016 llamado «Guerra de fronteras: los fabricantes y vendedores de armas que se benefician de la tragedia de los refugiados en Europa» (Maleno, 2020, p.206)

Notas:

[1] 1989 es la fecha donde El Estrecho se resignificó. Podría haber sido otra, como dice Bolaño. Pero simbólicamente nos es útil por entender el cambio de modelo de fronteras. Del muro de Berlín al territorio geopolítico de El Estrecho de Gibraltar. 14 kilómetros que, como dice Maleno, serán el símbolo de una de las grandes fosas comunes del siglo XXI: el Mar Mediterráneo.

[2] Hacerle preguntas al Territorio Frontera de El Estrecho de Gibraltar implica hacérselas al modo de funcionar de nuestra contemporaneidad. Es un territorio de experimentación de tecnologías que luego aplicarán en otros mundos. Un arquetipo del dispositivo que empieza en las palabras como el “Tratado de amistad, buena vecindad y cooperación” (1991) entre el Reino de Marruecos y el Reino de España.

[3] Siguiendo la concepción del pliegue de Deleuze (Porrúa, 2001) la frontera no puede ser entendida sólo a partir de los movimientos de avance, sino que es necesario tener en cuenta los movimientos de retroceso y de cruce. El pliegue permite abordar todos estos movimientos, entendiéndolo como espacio y como rasgo operatorio.

[4] “Hasta mediados de la década de 1980, se pensaba que las inversiones de las empresas en el Tercer Mundo eran esenciales para reducir la pobreza y la miseria. Sin embargo, hacia 1996 ese concepto comenzó a ser abiertamente cuestionado, y se supo que muchos gobiernos de los países en vías de desarrollo protegen las inversiones lucrativas —en minas, empresas, yacimientos petrolíferos, plantas energéticas y zonas de procesamiento de las exportaciones— cerrando deliberadamente los ojos a las flagrantes violaciones de los derechos humanos que las corporaciones cometen contra sus pueblos. Y debido a sus ansias de aumentar el comercio, los países occidentales a los que estas empresas pertenecen también prefieren cerrar los ojos, porque no están dispuestos a poner en peligro su competitividad mundial a causa de los problemas de otros países. El problema fue que en algunas partes de Asia, de América Central y del Sur y de África, la promesa de que las inversiones alentarían la libertad y la democracia comenzaba a parecer una broma pesada y cruel. Peor aún: en un caso tras otro se sorprendió a las empresas extranjeras instigando, o contratando directamente, a la policía y a los ejércitos locales para que cumplieran tareas tan desagradables como expulsar campesinos e indígenas de sus tierras, para reducir a obreros en huelga y para arrestar y asesinar a manifestantes pacíficos, todo ello a fin de proteger el buen funcionamiento del comercio. En otras palabras, las corporaciones no contribuían al desarrollo humano, sino que lo impedían.” (Klein, 2001, p. 373). El trabajo de Naomi Klein entra en los ensayos fundacionales de los estudios sobre la globalización. También necesaria su publicación complementaria “La doctrina del shock” (2007).

[5] Existen muchas realidades cruzadas en la frontera que desde la academia y desde los mass media se tienden a simplificar. Pablo Vila pone en crisis el relato idílico de que el Sur de la frontera está formado por “cruzadores de la fontera (border crossers)” y el Norte por “reforzadores de la frontera (border reinforcers)” (Vila, 2001).

[6] El dispositivo de El Estrecho está compuesto de una serie de elementos concretos. Para explicar el conjunto de sistemas de vigilancia y control, Pablo DeSoto hace referencia al concepto de cyborg según William J. Mitchell (2003, p. 39) “So I am not Vitruvian man, enclosed within a single perfect circle, looking out at the world from my personal perspective coordinates and, simultaneously, providing the measure of all things. Nor am I, as architectural phenomenologists would have it, an autonomous, self-sufficient, biologically embodied subject encountering, objectifying, and responding to my immediate environment. I construct, and I am constructed, in a mutually recursive process that continually engages my fluid, permeable boundaries and my endlessly ramifying networks. I am a spatially extended cyborg.”

[7] La creación de un espeso marco jurídico en la Frontera Sur posibilita la limitación de la acción del gobierno. Las diferentes infraestructuras – de vigilancia, control, jurídicas – funcionan como un organismo autónomo en el Territorio Frontera. Si todo está medido y cada acción está segmentada, compartimentada y clasificada, no queda gobierno que realizar. Recuperamos al Comité Invisible: “el poder es la organización misma de este mundo, este mundo ingeniado, configurado, diseñado […] El poder es ahora inmanente a la vida tal como ésta es organizada tecnológica y mercantilmente. Tiene la apariencia de los equipos o de la página blanca de Google.” (2012, p. 50)

[8] El dispositivo se completa con la cualificación del inmigrante en tanto ser “anormal”. Esta normalidad o anormalidad “tiene dos líneas de alternativa: una se refiere a la relación de la norma con los “objetos”, relación que puede ser interna o externa, según que sea una limitación (se trata de la norma en sentido jurídico) o un límite (se trata de la norma en sentido biológico); la otra línea se refiere a la relación de la norma con sus “sujetos” que, al mismo tiempo que descalifica o indentifica en términos de desconocimiento o reconocimiento, de manera que los coloca de un lado o del otro que la norma separa o distingue.” (Macherey, 1995, p. 172)